LAS COSAS QUE ODIO
Odio especial,
sólo de Lunes a Viernes
sólo de Lunes a Viernes
Peor que una pesadilla,
más molesto que mi hermana,
más feo que usar horquillas,
o comer comida sana.
Más ácido que pastilla
de aspirina atragantada,
y más triste que una ardilla
con la patita quebrada.
Más molesto que una astilla
que se te queda clavada,
es esa tonta manía
que no sirve para nada.
Es lo que hago cada día
menos el fin de semana,
con lo linda que es la cama:
¡levantarme temprano a la mañana!
Pero los payasos, ¡no!
Me gusta mirar las nubes
y tratar de ver qué son,
Me gusta el mar y la arena
y jugar al dominó.
Me gustan mucho los circos
¡Pero los payasos, no!
Quiero a todos mis amigos
Por mis padres siento amor,
hasta quiero a mi maestra
y a veces al director.
Quiero ir a los cumpleaños
(pero con payasos, no).
Me encanta cuando hacen postres
La crema del batidor.
Me encanta la luna llena
con su cara de doctor.
Me encanta que me disfracen
(pero de payaso, no).
Tengo miedo cuando cruzo
por las barreras del tren.
Les tengo miedo a las cosas
que existen y no se ven,
a las arañas, los bichos,
(y a los payasos, también).
Visto y leído en: Palabras de arena - Espacio sobre Literatura Infantil y Juvenil
http://palabrasdarena.blogspot.com.ar/2009/01/las-cosas-que-odio-y-otras.html
Ilustraciones: Paco el chato - Tu primaria en internet
http://pacoelchato.com/lecccion14/sexto-espanol14-bloque-5-escribir-poemas-para-compartir/
http://palabrasdarena.blogspot.com.ar/2009/01/las-cosas-que-odio-y-otras.html
Ilustraciones: Paco el chato - Tu primaria en internet
http://pacoelchato.com/lecccion14/sexto-espanol14-bloque-5-escribir-poemas-para-compartir/
Odio lastimarme las rodillas
Cómo envidio a las ardillas
porque corren trepan saltan
se caen y se levantan.
¡Qué vida de maravilla!
y jamás se lastiman las rodillas.
Mis rodillas, como ancianos marineros
tienen mirada de experiencias tristes.
Tienen surcos, moretones y dolores
tienen viejas y nuevas cicatrices.
En sus marcas se leen los recuerdos
de manchas, escondidas y carreras.
Mis rodillas te cuentan, como un tango
la historia de mi barrio y sus veredas.
Tanta grava, empedrado y pedregullo
se compraron las pobres en su vida
que hoy son dueñas de toda mi ciudad
y la mitad del resto de Argentina.
Cómo envidio al caracol
porque se arrastra tranquilo
con sus cuernitos al sol.
¡Qué historia de maravillas
que debe ser la vida sin rodillas!
Visto y leído en: Carolina Tosi - Un espacio sobre libros, lecturas y escrituras.
http://carolinatosi.blogspot.com.ar/2010/09/un-poema-de-regalo.html
http://carolinatosi.blogspot.com.ar/2010/09/un-poema-de-regalo.html
LOS EXAGERADOS
LA NIÑA OLVIDADIZA
Romina Brodo
perdía todo.
Yendo a la playa
perdió la malla.
Yendo a la escuela
perdió una muela.
Una mañana
perdió a su hermana,
perdió el cuaderno
y una banana.
De vuelta en casa
mamá furiosa
le dijo: “Nena,
pero qué cosa,
segunda muela,
quinta banana,
¡y cuarta hermana
que vas perdiendo
esta semana!"
Pero Romina
no contestaba
porque no oía
que la retaban.
Estaba sorda
y no por vieja:
perdió en la calle
las dos orejas.
Visto y leído en: Poemas que cuentan historias - ILUSTRADO POR VIVIANA BILOTTI
Mi biblioteca personal - Dirección General de Cultura y Educación
http://servicios2.abc.gov.ar/comunidadycultura/mibibliotecapersonal/libros.html
Mi biblioteca personal - Dirección General de Cultura y Educación
http://servicios2.abc.gov.ar/comunidadycultura/mibibliotecapersonal/libros.html
EL COLECCIONISTA
El famoso Alfredo Julián Altavista
fue desde niño un gran coleccionista.
Coleccionaba piedras y revistas,
joyas falsas, caretas y lunares,
arena de playas de todos los mares,
ilusiones, agujas y tapitas,
cáscaras de banana, papas fritas,
agujeros, estrellas y vainillas.
Coleccionaba objetos asombrosos
pero también boletos y estampillas.
Tanto creció su loca colección
que ya desbordaba de su habitación.
Convertida en auténtica amenaza,
terminó por invadir toda la casa.
Cuando Alfredo empezó a ser conocido
en el país y en Estados Unidos,
el municipio le prestó una plaza,
que a los pocos meses resultaba escasa.
Alfredito tenía que mudarse
de su casa casi todas las mañanas
y de la plaza una vez a la semana.
“Sólo podré mostrar mi colección”,
se dijo Alfredo, con cierto dolor,
“si renuncio a toda clasificación:
si renuncio a poner todos juntos
los lunares con forma de pera,
si renuncio a que estén alineadas
mis sesenta millones de tijeras,
si soporto que estén separadas
las ocho mil cuarenta enredaderas.
Sólo podré mostrar mi colección,
si el mundo entero es una exposición”.
Desde entonces, cada pasto, cada luna,
cada grito, canción, arroyo, espuma,
cualquier cosa que tengas en la mano,
mi mamá, los juguetes de tu hermano,
el sol, las pesadillas, un gusano,
yo que estoy en mi casa escribiendo
y cualquiera que aquí me esté leyendo,
toda Europa, una pelusa y este verso
somos parte de una gran exposición:
la colección que ocupa el universo.
Visto y leído en: Slide Share. Publicado el 17 de mayo de 2012, por Mai Cister
https://es.slideshare.net/MaiCister/el-coleccionista-12964956
https://es.slideshare.net/MaiCister/el-coleccionista-12964956
Las cosas que odio y otras exageraciones
Ana María Shua, con la colaboración de Paloma Fabrykant.
Ilustraciones de O’Kif-MG, Buenos Aires, Alfaguara, 1998. Serie naranja.
Ana María Shua, con la colaboración de Paloma Fabrykant.
Ilustraciones de O’Kif-MG, Buenos Aires, Alfaguara, 1998. Serie naranja.
Sinopsis:
Los chicos odian muchas cosas como cortarse el pelo, bañarse, ordenar el cuarto o levantarse temprano a la mañana. En este libro de poesías no sólo van a sentirse identificados, sino que también se pueden reír de los odios más exagerados.
loqueleo SANTILLANA
Contenido:
Los chicos odian muchas cosas como cortarse el pelo, bañarse, ordenar el cuarto o levantarse temprano a la mañana. En este libro de poesías no sólo van a sentirse identificados, sino que también se pueden reír de los odios más exagerados.
loqueleo SANTILLANA
Contenido:
LAS COSAS QUE ODIO
LAS COSAS QUE ODIO
MASCOTAS
AYUDANDO AL DOCTOR
ME ENCANTAN LOS DENTISTAS
ODIO ESPECIAL, SÓLO DE LUNES A VIERNES
LA MEJOR DE LAS HORAS POSIBLES
YO ODIO BAÑARME, ¿Y USTED?
LOS VALIENTES TAMBIÉN ODIAN
POR AMOR A MI PELO TODO MÍO
PERO LOS PAYASOS, ¡NO!
¡SI ES POR ELLOS QUE TE PIDO!
LOS REGALOS
ODIO LASTIMARME LAS RODILLAS
ODIO VIAJAR EN AUTO
TODOS LOS NO
ORDENAR LOS JUGUETES
ODIO LA ROPA NUEVA
DÍAS DE TODO MAL
LOS EXAGERADOS
LA PEQUEÑA ANALÍA GARCÍA
LA NIÑA OLVIDADIZA
EL EXTRAÑO CASO DE MARCELO
LA HISTORIA DE GUSTAVO FILIPELLI
EL COLECCIONISTA
LA VIDA ABURRIDA DE JOSEFA LÓPEZ
EL BUDÍN DE HERIBERTO PADÍN
PAULA Y LAS LUCES, por Paloma Fabrykant
A JUAN LE GUSTABA LA FRUTA, por Paloma Fabrykant
Guía de lectura
Síntesis del libro
Está dividido en dos partes: “Las cosas que odio” y “Los exagerados”. La primera parte reúne dieciocho poemas que abordan las imposiciones (“Todos los no”), personajes (“Ayudando al doctor” / “Me encantan los dentistas”) y conductas (“Los regalos”) que rechazan los chicos como así también, sus preferencias (“Mascotas”) y miedos (“Pero los payasos ¡no chocan!”). Los lectores no tendrán dificultades para identificarse con ese “yo lírico” que produce a su manera una “poesía de protesta” cuyas ingenuas amenazas, ruegos y abundantes argumentaciones si bien no llegan a cambiar las reglas del juego, son lo suficientemente lúcidas como para denunciar aquello que ellos viven como una injusticia o les genera mucha “bronca”. En este sentido, el humor y el disparate distienden los antagonismos entre el mundo infantil y el mundo adulto para dar lugar a la risa.
En la segunda parte, se privilegia la tercera persona para narrar a lo largo de nueve poemas las singulares historias de vida de algunos personajes que se consagraron por sus gustos (“A Juan le gustaba la fruta”) o acciones fuera de lo común (“El budín de Heriberto Padín”). Como su título lo indica, el tono es hiperbólico pero el disparate también ofrece en varias oportunidades un espacio para la reflexión que los chicos podrán descubrir con ayuda de los adultos.
Las rimas preferentemente consonantes producen poemas con mucha musicalidad y de fácil memorización.
La abundante adjetivación, las comparaciones ingeniosas, las largas enumeraciones y la multiplicidad de imágenes, crean un texto rico en connotaciones y referencias plásticas.
La autora recupera la voz de los que no suelen tenerla y su visión del mundo para desmitificar no solo los estereotipos del género infantil sino la lírica, al demostrar que el odio (y otras exageraciones) también pueden ser una fuente legítima para la creación de buena literatura.
Está dividido en dos partes: “Las cosas que odio” y “Los exagerados”. La primera parte reúne dieciocho poemas que abordan las imposiciones (“Todos los no”), personajes (“Ayudando al doctor” / “Me encantan los dentistas”) y conductas (“Los regalos”) que rechazan los chicos como así también, sus preferencias (“Mascotas”) y miedos (“Pero los payasos ¡no chocan!”). Los lectores no tendrán dificultades para identificarse con ese “yo lírico” que produce a su manera una “poesía de protesta” cuyas ingenuas amenazas, ruegos y abundantes argumentaciones si bien no llegan a cambiar las reglas del juego, son lo suficientemente lúcidas como para denunciar aquello que ellos viven como una injusticia o les genera mucha “bronca”. En este sentido, el humor y el disparate distienden los antagonismos entre el mundo infantil y el mundo adulto para dar lugar a la risa.
En la segunda parte, se privilegia la tercera persona para narrar a lo largo de nueve poemas las singulares historias de vida de algunos personajes que se consagraron por sus gustos (“A Juan le gustaba la fruta”) o acciones fuera de lo común (“El budín de Heriberto Padín”). Como su título lo indica, el tono es hiperbólico pero el disparate también ofrece en varias oportunidades un espacio para la reflexión que los chicos podrán descubrir con ayuda de los adultos.
Las rimas preferentemente consonantes producen poemas con mucha musicalidad y de fácil memorización.
La abundante adjetivación, las comparaciones ingeniosas, las largas enumeraciones y la multiplicidad de imágenes, crean un texto rico en connotaciones y referencias plásticas.
La autora recupera la voz de los que no suelen tenerla y su visión del mundo para desmitificar no solo los estereotipos del género infantil sino la lírica, al demostrar que el odio (y otras exageraciones) también pueden ser una fuente legítima para la creación de buena literatura.
Gracias por publicar en este espacio estas poesías que son geniales!!
ResponderEliminarRoberta.
¡Un beso, Roberta!!
EliminarME ENCANTARON, LOS TRABAJE EL AÑO PASADO. ESTUVO BUENÍSIMO, HICIMOS UN RINCÓN DE RECITADORES!!!
ResponderEliminarUN BESO Itatí de Piedritas Pcia de Bs as
Necesito una poesía Dean María agua que rime
ResponderEliminarTodas buenísimas. Gracias!!!
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