lunes, 4 de abril de 2016

Poemas de Javier Fonseca, ilustrados por Laura Chicote





Nací hace... algunos años en Madrid. Desde pequeño me aficioné a recitar cuentos y poesías a cambio de golosinas. Y cuando crecí, pasé a contarlos en cualquier lugar donde hubiera un par de orejas con ganas de escuchar.

Ahora, además, los escribo, y sigo contándolos cuando visito colegios, bibliotecas, centros culturales... labor que compagino con la impartición de talleres, animaciones, cursos relacionados con la escritura tanto para adultos como para niños y niñas.

Soy autor, entre otras, de la colección "Clara Secret" y el cuento ilustrado "El mago Bruno" (Macmillan); el álbum "Ole sardina" (Sieteleguas) y la novela "Tras los pasos de un zapato" (Algar). Me gustaría tener un huerto y saber tocar la armónica.




Ilustradora, diseñadora gráfica, artista plástica y visual, monitora, profesora de educación artística; museología y museografía.
He estudiado Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid, he realizado un posgrado de Experto en Educación Artística además de haber obtenido el Certificado de Aptitud Pedagógica. Más tarde estudié un Curso Superior de Museología e hice el primer año de Diseño Gráfico en la Escuela de Arte Número Diez...

3 Poemas de Javier Fonseca,
ilustrados por Laura Chicote




Vampiro Cansado


No tiene este vampiro
pinta muy sana
porque no pega un ojo
por las mañanas.

Trabaja en una clínica
de donaciones
donde es el responsable
de transfusiones.

Acaba de ser padre
y el pequeñajo
no deja de llorar
ni oliendo un ajo.

Cuando llega a su casa
por la mañana
toma un vaso de sangre y
se va a la cama.

A que cierre los ojos
el bebé espera
para empezar su llanto
de plañidera.

Ni pasearle en brazos,
ni tomar teta…
Llora y llora con ritmo
de metralleta.

Y suspira el vampiro:
“¡Buff!, no hay manera
de que desaparezcan
estas ojeras”.


(c) Javier Fonseca y Laura Chicote



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Visto y leído en el blog de Javier Fonseca: Poemas para un Halloween entre versos

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Un fantasma despistado


¡Atchís!
Estornuda un fantasma
¡Vaya revuelo!
Ha salido de casa
sin su pañuelo.

¡Atchís!
Se olvidó de tomar
su medicina:
jarabe de alacrán
y una aspirina.

¡Jesús!
Vaya despiste tiene
este fantasma.
Un día de estos pierde
hasta la sábana.


(c) Javier Fonseca y Laura Chicote




El gallo Conrado


El gallo Conrado
de cresta naranja
y plumón dorado
despierta a la granja.

—¡¡¡Kikirikikííí!!!
¡Vamos, dormilones,
que el sol ya está aquí!
¡No seáis remolones!

El Caballo Curro
se da media vuelta.
A su lado, el burro
duerme a pata suelta

—¡Vamos perezosos!
¿Qué hacéis acostados?
¡Es un día hermoso!
-Anima Conrado.

Y los animales
salen de uno en uno
hacia los trigales
a por desayuno.

Después de lavarse
sus picos y dientes,
sin amontonarse
y ordenadamente

a hacer sus tareas
van los animales.
La gallina Andrea
Barre los corrales.

La cerdita Nela
y el buey Malaquías
llevan a la escuela
a todas las crías

La Yegua Anastasia
y el cordero Nano
enseñan gimnasia,
a los más ancianos.

El toro Jacinto
y la vaca Prado
cocinan distintos
menús adaptados.

Cada uno pone
su grano de arena
para que funcione
la granja en cadena.

¿Y el gallo Conrado?
No cruza las alas.
El siempre está al lado
por si te resbalas.

Acompaña y cuida
que nada suceda
hasta que dormida
la granja se queda.


(c) Javier Fonseca y Laura Chicote



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Visto y leído en el blog de Javier Fonseca: Trabajo en equipo

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